jueves, 5 de septiembre de 2013

¿Por qué es importante la autorregulación en el aprendizaje autónomo?





Sin autorregulación es muy difícil que el estudiante pueda validar si el resultado de su proceso de aprendizaje está produciendo los resultados esperados. El estudiante siempre tendrá la opción de aprender autónomamente sin que sea necesario que autorregule lo que está aprendiendo, en este caso sería simplemente un “aprender por aprender”, sin un propósito claro o un objetivo a lograr gracias al aprendizaje. El estudiante de esta manera puede dispersar su aprendizaje sin limitación alguna

Cuando existe autorregulación, el estudiante se plantea desde el inicio metas de aprendizaje en temas específicos, pues espera que estos sean de utilidad en algún ámbito de su vida (profesional, académico, etc.). A medida que va aprendiendo se va retroalimentando de lo aprendido y evalúa si el proceso ha sido adecuado para reforzarlo, o por el contrario, implementa controles para corregir las desviaciones. La autorregulación es un proceso que garantiza que se alcancen los objetivos del aprendizaje.

Una buena estrategia de aprendizaje para garantizar la autorregulación cognitiva es aquella en la cual se establece un plan de aprendizaje. Debe determinarse en primer lugar que se quiere aprender y cuál es el propósito que el estudiante persigue con lo que desea aprender, de esta manera puede diseñar un plan de acción efectivo para lograr sus metas.
 
El plan de acción debe contemplar objetivos de aprendizaje que con el pasar del tiempo sean cada vez más elaborados y profundos, buscando que el aprendizaje alcance un mayor nivel de complejidad. Adicionalmente debe establecerse unos puntos de retroalimentación, en los cuales sea posible validar que efectivamente se están alcanzando las metas inicialmente propuestas. La retroalimentación es clave, pues es a través de esta que se ejerce la autorregulación cognitiva.

 


La lúdica

Es a través de la lúdica que más se aprende, pues al aprender jugando, el ser humano involucra todo su ser y se dispone por completo a vivir la experiencia del aprendizaje. El juego facilita que el estudiante asimile mejor los conocimientos, ya sea de forma inconsciente o tácita. Posteriormente el estudiante, guiado por su tutor o docente, entra en una etapa de reflexión para identificar qué aprendió y además, abstraer los conceptos más importantes. 

Cuando ocurre algo no planeado o cuando por diferentes circunstancias emergen hechos no esperados, el individuo se ve obligado a reconsiderar su actuar, a analizar las razones por las cuales el resultado difiere del objetivo inicialmente propuesto. De tal manera que los incidentes críticos se constituyen en un muy efectivo mecanismo de retroalimentación respecto al desempeño propio, de una organización o incluso, de un grupo social. Este proceso se conoce como conocimiento de criticidad.

El conocimiento de criticidad

El conocimiento de criticidad se fortalece, dado que se hace necesario revisar cuidadosamente varios aspectos: entre ellos podemos destacar un análisis crítico de cada una de las acciones ejecutadas y la forma como se combinaron los diferentes recursos (humanos, información, etc.). Igualmente puede llegar a ser necesario reevaluar los supuestos sobre los cuales se tomaron decisiones o se establecieron planes y el propósito en sí mismo de la actividad que se considero ejecutar. De tal manera que no solo obliga a estudiar los resultados sino también a analizar todo el proceso cognitivo que estuvo detrás de la ejecución.

El conocimiento de criticidad se hace evidente con el grado de madurez con el cual el individuo asume el incidente crítico y adquiere esa especial capacidad de asumir una postura reflexiva respecto a las situaciones vividas y puede establecer con claridad las razones por la cuales el incidente ocurrió.

Así mismo, es relevante al observar el comportamiento del individuo y la configuración de su modelo o modelos mentales, ya sean propios o compartidos. Dado que no solo es importante identificar el incidente y reflexionar al respecto, ahora el individuo es más conocedor en la medida en que actúa en consecuencia con dicho proceso reflexivo. De tal manera que se espera no solo la interiorización y socialización del conocimiento, además es importante evidenciar una exteriorización del mismo reflejado en planes correctivos (ya sea de forma tácita o explícita), redefinición de los métodos de ejecución de las actividades e incluso, reconsideración de los objetivos y propósitos de lo que se desea hacer.

Por Frank A. Prieto Pinto

1 comentario:

  1. Apreciado Franklin

    Muchas gracias por esta interesante entrada. Agregaría que no me queda tan claro que los procesos autorregulativos garanticen que se alcancen los objetivos no obstante si creo que ellos facilitan que se logren consolidar diversas competencias y objetivos en los sujetos que aprenden. Es decir esa garantía dependerá mucho de la tarea de autorregulación que cada persona realiza sobre las metas de aprendizaje que se ha propuesto.

    Muy bien este nuevo elemento para la discusión que se denomina "conocimiento de criticidad" y que emerge de las experiencias de incidentes críticos que podremos aplicar a nuevas situaciones como nos aporta Alvaro Saladen en su blog
    http://comunicacionaprendizajeconocimiento.blogspot.com.es/2011/08/por-que-los-incidentes-criticos.html

    Feliz mañana de domingo!
    Prof. Mercedes

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